viernes, 27 de septiembre de 2013

VILLA DE CONQUISTA





 Eres pequeñita y blanca, de ese blanco intenso que solo sabe reflejar el sol de Andalucía. Eres una Villa mas, entre  las 17 que forman la comarca del Valle de los Pedroches o “llano de las bellotas” según los musulmanes.
Se que existes desde el siglo XVI, que fuiste parada obligada en el antiguo Camino de Plata en su recorrido entre Córdoba y Toledo.

De ahí tu antigua posada en la Casa de José Redondo
 





 Te sientes orgullosa de la majestuosidad de tu gran dehesa toda ella preñada de encinas centenarias que dan sustento a toda tu ganadería, entre las que destaca el cordero y las grandes  piaras de cerdo ibérico.  
 
Conquista y sierra de la Garganta.

 Siempre acompañada por la altiva mirada de tu vecina La Morra, sierra de La Garganta, que aun perteneciendo a  distinta provincia delimitada por el rió Guadalmez, estuvisteis siempre unidas la una a la otra, por su gente, su trabajo y sus fiestas, por eso también como buenas hermanas seguís compartiendo la belleza panorámica que os rodea y la pureza del agua de su pantano.

 Dicen todos los que te quieren, que eres bonita y tranquila, que no eres pueblo de paso,  que todo el que se acerca a ti es porque quiere conocerte, y si vuelve es porque quedó prendado de la paz y sosiego que se respira a tu lado.

La Fuente
También me hablan de tus días calurosos de verano pero frescos en la noche, que invita al trasnoche bajo la luz de las estrellas, derrochando tertulias amigas junto a la antigua fuente al final de la calle que lleva su mismo nombre. -Calle la fuente-.

Se que un día, allá por el año 1948 me bautizaban en tu antigua Iglesia de Santa Ana, aunque la que yo conociera,13 años mas tarde, fuera la nueva iglesia levantada sobre el solar del mismo templo y fue mi refugio al final de cada tarde amparándome en rezos bajo sus muros. Si es cierto que la virgen escucha, seguro que recordará mis oraciones, Ella escuchaba en silencio mis continuas quejas por la vida que me toco vivir a tu lado, sin hacerme jamás ningún reproche.

Recuerdo tus patios frescos por el verdor de sus parras y macetas, oliendo a geranios y claveles, como todo pueblo cordobés. Tus calles engalanadas con pequeños altares adornados con flores y macetas el día del Corpus Cristi. El Domingo de Ramos. Las procesiones de tu Semana Santa.    

Me cuentan que cada Mayo en la romería de San Gregorio se reúnen los paisanos junto a una pequeña ermita para celebrar su día en los verdes y frondosos prados que la rodean y, bajo la sombra de las encinas comparten comida y bailes haciendo del día un hecho inolvidable.

Se que celebras tu fiesta grande cada 26 de Julio en honor a tu patrona: Santa Ana.

Supe de tus candelas cada 2 de febrero en el día de la Candelaria.

Estación antigua
 También recuerdo tu estación, con aquel ir y venir de trenes. En principio con las maquinas de vapor y la electrica; luego, mas tarde el rápido Automotor. Viajeros que se despedían ondeando al viento pañuelos, para luego recoger alguna lagrima perdida después del duro momento de decir adiós a los seres queridos.
 Recuerdo tardes de domingo paseando entre sus vías queriendo que pasara el tiempo lo más rápido posible y, en la mente la ilusión de un día no muy lejano, poder subir a uno de esos trenes para viajar muy lejos donde los recuerdos  no dolieran tanto. 
Y ese día llegó, y  marché a un mundo distinto y desconocido para mí, y siguió siendo duro hasta acostumbrarme. Por algún tiempo no supe decir si fue mejor o peor, pero si que aprendí a vivir de forma que tu recuerdo, aunque sin llegar a olvidar, aquella pena quedara minimizada con el paso de los años.
 Me contaban que habías cambiado mucho, pero cuando a la vuelta de los años volvimos a vernos,  te encontré con la misma melancolía de antaño, como si mi reloj del tiempo se hubiese detenido. Mis recuerdos se arremolinaban de nuevo para volver a recordar lo vivido, no como te recuerdo desde lejos, sino con sensaciones tan tristes y vivas, que  no me parecía que hubiera transcurrido toda una vida.

Cuando me dicen mis paisanos cómo  pasan junto a ti sus días felices, siento no haber podido conocerte en distintas circunstancias para poder valorar todo el encanto que me cuentan que tienes y que yo, no supe apreciar. Fueron tan pocos los días felices que pasé en tus calles, que quizás por eso mi añoranza no sea tanta.
Solo en la distancia me gusta saber que estas ahí, que fuiste el pueblo donde mi madre puso toda su ilusión con la casa de sus sueños -aunque su estancia en ella fuera tan corta. La Conquista donde mi padre soñaba volver para terminar sus días a la sombra de sus queridas encinas. Para también dejarnos antes de conseguir su sueño.

 Espero que algún día pueda  pensar en ti de distinta forma, mirarte sin recordar que me diste muy poco de esos días de luz y  sol radiante que dicen todos que sueles repartir con frecuencia. 

      Rafaela

                                    

domingo, 22 de septiembre de 2013

LA NIÑA DE PIES DESCALZOS





Un día buscando imágenes me encontré con el blog, Galeria de Raul    http://raultamaritmartinez.blogspot.com.es/2012/07/desnudos-al-oleo.html   y sus bonitas pinturas.
Observando estos dos cuadros me brotaron estas letras. Gracias Raul. 

Sola con nenufares



  A la niña de pies descalzos
  nada le importan las horas tórridas del medio día,
baja la agreste vereda que lleva hasta el rió,
saltando de charco en charco
para empapar su alma de libertad serena

 Coquetea desnuda melena al viento,
  quiere danzar gozando bajo los juncos de la ribera

  No advierte que una cascada de sensaciones nuevas le esta acechando, y
  una fina guirnalda de madreselva
   florecerá en la primavera de sus mejillas.

   Al dejar  caer su inocente cuerpo sobre la fría hierba
siente sobre su espalda la fuerza del árido sol de agosto
Descanso sobre la hierba.
 con la pasión acompasada de unas manos amorosas explorando su piel de amapola   
 que le hace sentir un dulce cosquilleo abrazando su cintura,
 haciendo estremecer su cuerpo y brillar sus pupilas.

 la niña se hizo mujer y  vuela en alas del placer a lo desconocido,
 mientras unos dedos se pierden en la maraña de sus cabellos,
 susurros y besos pelean por escapar al viento
  para saborear su amor por el fin de los tiempos.

viernes, 20 de septiembre de 2013

LOS PEREGRINITOS

 
En mis año jóvenes me encantaba Ráphael. Este bello poema de Federico Garcia Lorca, con arreglos de Waldo de los Rios, fue una canción de gran éxito en el año 1969.

Hacia Roma caminan
dos pelegrinos,
a que los case el Papa,
porque son primos.

Sombrerito de hule
lleva el mozuelo,
y la peregrinita,
de terciopelo.
Le ha preguntado el Papa
que si han pecado.
El le dice que un beso,
que le había dado.
Al pasar por el puente
de la Victoria,
tropezó la madrina,
cayó la novia.
Y la peregrinita,
que es vergonzosa,
se le ha puesto la cara,
como una rosa.
Han llegado a Palacio,
suben arriba,
y en la sala del Papa
los desaniman.
Y ha respondido el Papa
desde su cuarto:
¡Quién fuera pelegrino,
para otro tanto!
Les ha preguntado el Papa
cómo se llaman.
El le dice que Pedro
y ella que Ana.
Las campanas de Roma
ya repicaron
porque los pelegrinos,
ya se casaron.
Le ha preguntado el Papa
que qué edad tienen.
Ella dice que quince,
y él diecisiete.




lunes, 16 de septiembre de 2013

SINDROME POSVACACIONAL



Este escrito lo publiqué en mi otro blog en Septiembre de año 2011. Hoy leyendo la ultima entrada de mi amiga Besanahttp://besana1.blogspot.com.es/ me vino a la memoria y vuelvo a ponerlo en mi nuevo blog.
Este año pocos seran los que se quejen de estos sintomas.

Imagen de la red



 Después de mas de un mes totalmente olvidada de Internet y del blog. Tengo que decir una cosa. ¡Creo que me siento atacada por el síndrome postvacacional! No encuentro el momento de pensar en algo para escribir en el blog. ¿Será eso lo que me pasa?

Hace pocos años, que sabemos que existe este síndrome. Aunque no esta reconocido como una enfermedad, al día de hoy se esta estudiando y cada vez se le esta dando mas importancia.

Aquello que en los 70, 80, 90, años de mi época laboral solo se le llamaba “preocupación” “agobio”, aquello que sentí tantas veces después de las vacaciones y me hacia perder el sueño y la tranquilidad.
Lo de la vuelta al trabajo sin saber que hacer con los niños porque el colegio no empezaba hasta mediados de Septiembre, haciendo una y mil cuentas para poder comprar tantos libros, que normalmente no eran solo para uno, si no para tres, además de uniformes, chándal y zapatos, porque los niños crecían. ¡Y con que rapidez crecían cada año! Aquel sin vivir que se sentía por estas fechas, no era otra cosa que síndrome postvacacional.

Dicen los expertos en el tema, que hace años no se hablaba de este síndrome porque no existía, más bien creo que nadie por entonces se planteaba que aquello que nos pasaba fuese una enfermedad.
A nadie se le ocurría pensar que después de unos días de descanso, tuvieses que ir al medico por no tener ganas de ir al trabajo o por echar de menos los días tumbado al sol sin tener horarios nada mas que para pasarlo bien.
Esa desgana se supera con saber organizar el tiempo, sin dar mayor importancia a los síntomas que se notan y poniéndose de manos a la obra que tengas por delante, buscando ratos de ocio en actividades que te gusten. En definitiva tratar de sacarle algo positivo a la vida cotidiana
Es normal que agobie la vuelta a la rutina, pero no es para tanto, solo es un poco de cuento al sentir la añoranza de los días de ocio.
 

En mis años le cuentas al medico estos síntomas y poco menos que te manda a “freír espárragos” como se dice vulgarmente.
Espero que lo mio sea pasajero.

sábado, 7 de septiembre de 2013

PASEO EN EL TELEFERICO

 Basta un pequeño paseo de 2.457 metros, a 40 metros de altura para disfrutar de una panorámica distinta de Madrid.

 Poder cruzar desde el paseo del Pintor Rosales al corazón de la casa de campo por las alturas y en tan solo 11 minutos mirando desde arriba el rió Manzanares cruzado por el puente de la Reina Victoria, pasando por encima de la M 30, observar a lo lejos las Torres Business,Torre de Madrid, Catedral de la Almudena, San Francisco el Grande o la fuente del Lago, la que podemos ver rodea por la frondosa y variada vegetación de la casa de campo. Es un paseo bastante original y de una  agradable sensación. Aunque de breve recorrido si lo hacemos de ida y vuelta tenemos tiempo suficiente para sacar algunas fotos para el recuerdo.