miércoles, 23 de diciembre de 2020

EL PINITO del abuelo Candido

 

El pinito del abuelo Candido era tan pequeño que lo trajo en una maceta. 

Con la ilusión de verlo crecer fue plantado en la esquina de la casa.

Y creció, y  creció  y vio pasar las distintas navidades, y un día echó en falta la mirada del abuelo. 

Pasaban los años y el pino se adornaba cada navidad para recordarle.

Este año ya son dos más los que no están entre nosotros Jesús, y Clemen la mujer de Candido. 

El abeto seguirá creciendo y nosotros faltaremos también alguna Navidad.

Nos queda el consuelo de ser recordados por los que nos preceden,

 que seguirán adornando el pino con el mismo cariño

 que recordamos a los que ya nos dejaron.



 Para todos vosotros que pasais por aquí

os deso una muy Feliz Navidad. 



Rafaela.