Esta entrada la publiqué el 20-10-2011 en mi otro Blog.
Como ha sido muy poco vista, la publico de nuevo aqui.
Son solo niños, no tendrán aun los trece años pero con sus miradas se dicen todo lo que necesitan para sentir ese revolotear de mariposas en el estomago que les hace felices. No tienen edad, a esa edad solo se sueña, cuando sean mayores ya se dirán todo lo que sus corazones de adolescentes sienten.
Su ilusión es poder cruzarse en la calle y mirarse, solo mirarse, hablar para ellos esta prohibido rompería el encanto de ese amor platónico que sienten uno hacia el otro.
La edad de los juegos ya ha quedado atrás, las ocasiones de encontrarse son pocas, hay que dejar pasar ese tiempo de espera entre la adolescencia y esa otra edad más adulta.
El sale al recreo de la escuela con su bocadillo o bollito en la mano buscando el sol junto a unas portadas verdes que hay en la otra acera, sin prisas, saborea el tente en pie de media mañana. Puede que tenga sus problemas típicos de estudiante, pero esos veinte minutos se siente feliz, porque intuye que desde alguna ventana no muy lejana (aunque no se deje ver). La niña le observaba, anhelando que ese rato se alargue el mayor tiempo posible, deseando que él, en cualquier momento dirija la mirada hacia la ventana y así ella imaginar que la esta buscando, que quiere verla una y otra vez como ella a él.
A la muchacha nunca antes la miraron de ese modo. Hasta ahora todo para ella habían sido complejos. Es la edad del cambio, piernas flacas y larguiruchas, pelo lacio y color no muy definido, de un castaño oscuro y feo, no le gustan sus vestidos, lo que no ayuda mucho a que se pueda sentir bien. ¡Solo esa mirada tan especial la hace sentir la mas bella del mundo!
Uno y otro los mismos sentimientos, los mismos deseos, sin acabar de entender lo que les pasa, pero creyendo tener claro que se gustan y quieren estar juntos.
Cuando por fin un día se deciden a hablar, cuando se sienten cerca y se miran de frente, todo ese cuento de hadas se desvanece. Solo hacen falta dos palabras para entender que ni aquella mirada era tan especial, ni lo que tienen que contarse es tan mágico como lo habían forjado cada uno en su imaginación.
Con cierto desconsuelo se separan sin ni siquiera decirse adiós, cada uno por su lado con cierta pena por haber despertado de aquel bonito sueño.
Eran solo ilusiones idealizadas.
¡Simplemente es un amor de adolescentes!
Rafaela.
Como ha sido muy poco vista, la publico de nuevo aqui.
Son solo niños, no tendrán aun los trece años pero con sus miradas se dicen todo lo que necesitan para sentir ese revolotear de mariposas en el estomago que les hace felices. No tienen edad, a esa edad solo se sueña, cuando sean mayores ya se dirán todo lo que sus corazones de adolescentes sienten.
Su ilusión es poder cruzarse en la calle y mirarse, solo mirarse, hablar para ellos esta prohibido rompería el encanto de ese amor platónico que sienten uno hacia el otro.
La edad de los juegos ya ha quedado atrás, las ocasiones de encontrarse son pocas, hay que dejar pasar ese tiempo de espera entre la adolescencia y esa otra edad más adulta.
El sale al recreo de la escuela con su bocadillo o bollito en la mano buscando el sol junto a unas portadas verdes que hay en la otra acera, sin prisas, saborea el tente en pie de media mañana. Puede que tenga sus problemas típicos de estudiante, pero esos veinte minutos se siente feliz, porque intuye que desde alguna ventana no muy lejana (aunque no se deje ver). La niña le observaba, anhelando que ese rato se alargue el mayor tiempo posible, deseando que él, en cualquier momento dirija la mirada hacia la ventana y así ella imaginar que la esta buscando, que quiere verla una y otra vez como ella a él.
A la muchacha nunca antes la miraron de ese modo. Hasta ahora todo para ella habían sido complejos. Es la edad del cambio, piernas flacas y larguiruchas, pelo lacio y color no muy definido, de un castaño oscuro y feo, no le gustan sus vestidos, lo que no ayuda mucho a que se pueda sentir bien. ¡Solo esa mirada tan especial la hace sentir la mas bella del mundo!
Uno y otro los mismos sentimientos, los mismos deseos, sin acabar de entender lo que les pasa, pero creyendo tener claro que se gustan y quieren estar juntos.
Cuando por fin un día se deciden a hablar, cuando se sienten cerca y se miran de frente, todo ese cuento de hadas se desvanece. Solo hacen falta dos palabras para entender que ni aquella mirada era tan especial, ni lo que tienen que contarse es tan mágico como lo habían forjado cada uno en su imaginación.
Con cierto desconsuelo se separan sin ni siquiera decirse adiós, cada uno por su lado con cierta pena por haber despertado de aquel bonito sueño.
Eran solo ilusiones idealizadas.
¡Simplemente es un amor de adolescentes!
Rafaela.
Pensé que podrían ser el inicio de una vida en común. lo has conducidos muy bien. Saltibrincos
ResponderEliminarPensé que podrían ser el inicio de una vida en común. lo has conducidos muy bien. Saltibrincos
ResponderEliminarQue bonito relato, querida Rafaela he disfrutado , esperando como seria el final. Mil besicos cielo
ResponderEliminarLas ilusiones suelen no coincidir con la realidad, es verdad. Besicos.
ResponderEliminarAunque no se llegue a nada, esos amores de adolescencia creo que son los más intensos y bonitos que se viven. Y suelen perdurar durante mucho tiempo.
ResponderEliminarBesos.
Un bonito relato que me ha hecho recordar mi adolescencia con esas miradas furtivas a quién me gustaba pero que no eran correspondidas cómo en tu historia.Besicos
ResponderEliminarLo bien que se pasa soñando despiertos y lo mal que se pasa al despertar del todo...hasta el próximo sueño. ;)
ResponderEliminarMe alegra que lo hayas vuelto a publicar.
Un beso.
Haz hecho bien en volverla a publicar, es muy bonita y no la recordaba.
ResponderEliminarEn estas edades se disfruta de lo que uno cree que es el amor.
Un abrazo.
Puede que acabara en pronto y en nada, pero mientras duró la ilusión fueron felices imaginando y seguro que con el paso del tiempo queda más huella de esa ilusión que del desengaño. Una experiencia válida para poco a poco reconocer otra más auténtica.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu forma de contarlo, Rafaela.
Besos
Eso, un amor plátonico de miradas adolescentes que les hacen soñar, y mientras sueñan el mundo para ellos es diferente.
ResponderEliminarEn la realidad de la vida nada dura para siempre.
Gracias Rafaela por este bello escrito.
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar
Me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarMe ha transportado en el tiempo.
Mi adolescencia... una chica... los sentimientos tan galopantes e incontrolables... han resucitado muertos y hasta el sol era más bonito.
Gracias por tu visita.
Saludos.
Precioso Rafaela. El amor de adolescencia es algo maravilloso, algo por lo que todos hemos pasado y es bonito recordar. Me ha encantado. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarMuy emotivo y cierto. Todos hemos sentido esas mariposas en el estómago, tal vez en diferentes momentos de nuestra. Todos eran bellos sueños de los cuales ninguno queríamos despertar. Bss
ResponderEliminarSi amiga, es la inocencia del amor que todos hemos sentido en nuestros primeros años. Se sentía todo, y claro revoloteaban las mariposas en el estomago y hacían fiesta en nuestros corazones. Preciosa entrada, por lo mucho que me recuerda a mi adolescencia. Un abrazo grande.
ResponderEliminarSi amiga, es la inocencia del amor que todos hemos sentido en nuestros primeros años. Se sentía todo, y claro revoloteaban las mariposas en el estomago y hacían fiesta en nuestros corazones. Preciosa entrada, por lo mucho que me recuerda a mi adolescencia. Un abrazo grande.
ResponderEliminarHa merecido la pena volver a leerlo.
ResponderEliminarEl amor, ya sea adolescente o maduro...siempre es hermoso.
Un abrazo Rafaela
A esa edad todo es bonito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito y dulce relato. Una etapa plena de ilusiones !!! Si gustas me visitas, besote desde Montevideo
ResponderEliminarQue bonitas palabras y que bonito el amor adolescente, gracias por tu entrada, yo tambien tengo un blog por si te puedes pasar, ya te sigo y así nos leemos, besos.
ResponderEliminarhttp://estoyentrepaginas.blogspot.com.es/
Hola Rafaela, que pena que después de tanto tiempo he ilusiones se desencantaran de esa manera, suele pasar muchas veces, por eso es mejor vivir con lo que realmente vemos y aun así pasa lo que pasa, pero me ha encantado el relato.
ResponderEliminarBesos.
Ese Amor utópico de la Adolescencia basado en gestos, miradas y pensamientos. Busca esa presencia en la que no haya roces, ni palabras; sólo una desbordante imaginación y una constante magia que lo siga intensificando y dando más Ternura a esa Realidad invisible.
ResponderEliminarUn Relato lleno de belleza y, posiblemente, certeza completa.
¡¡¡Gracias, siempre, por estar ahí, dándome tu ánimo y tu energía!!!
Abrazos y Besines.