Una entrada muy antigüa que me trae recuerdos de hace muchos, muchos años.
Me gustan las biografías, saber de la vida de personajes ilustres de la historia o de otros mas sencillos que fueron tocados con un don especial, y con su esfuerzo consiguieron llegar a ser reconocidos no solo en su ciudad, como fue el caso del gran maestro alfarero Pedro Mercedes y sus famosas cerámicas. Reconocido en su Cuenca natal y en todo el mundo.
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Botijo de toro iberico |
En el año 1971 de la noche a la mañana por motivos de trabajo mi marido y yo nos encontramos viviendo en Cuenca, en una casa de alquiler. C/ San Lázaro 39.
Pedro Mercedes y Angustias su mujer eran los dueños de aquella casa tan peculiar. Ellos vivían en otra preciosa justo al lado, que estaba encima del alfar.
Era en el barrio de San Antón. La casa parecía un pequeño refugio a los pies del cerro. Tenía la entrada justo en la ladera del cerro de “La Majestad” un cerro cubierto en gran parte por pinos, de donde se proveían de leña desde tiempos remotos para aquel horno árabe.
Al pasar al salón de la casa llamaba la atención las enormes vigas de madera que cubrían el techo, este era de una altura impresionante y le daba a la estancia cierto aire medieval de castillo antiguo, el suelo de cerámica roja tenia dos alturas, al final subiendo tres escalones hechos también de vigas de madera, nos encontrábamos con la gran chimenea.
A la derecha quedaban dos ventanas donde la vista se perdía entre los sauces y álamos de la orilla del río descubriendo parte del recorrido que hacían las aguas del Jucar.
Por su casa pasaban grandes personajes e intelectuales para conocer su gran obra y saber de aquel hombre conquense que estaba siendo reconocido internacionalmente llamado Pedro Mercedes.
Esta casa la enseñaba con orgullo como si se tratara de una obra más de las suyas. En el tiempo que estuvimos viviendo allí, alguna vez llegó con personajes famosos, locutores de radio de distintas emisoras, recuerdo a Juana Ginzo o Fernando Forner. (Podéis imaginar mi cara de asombro, al tener en mi casa a personajes que solo había escuchado en las novelas de la radio).
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Firma de Pedro Mercedes |
Leyendo su biografía me llama la atención saber que le costaba mucho trabajo desprenderse de sus obras. Al leer este detalle, mi marido y yo nos sentimos orgullosos de sabernos portadores del regalo que nos hizo un día al invitar a mi marido a ver su horno en el momento de sacar las piezas. Así con esa sencillez que lo caracterizaba, simplemente dijo. ¡Toma te lo regalo! Con estas cuatro palabras le puso en las manos una de sus piezas de cerámica más conocidas. El famoso Toro Ibérico.
Leyendo su biografía podemos ver los numerosos homenajes y reconocimientos que tuvo a lo largo de su vida. Algo muy significativo de cómo era, son las frases que dejo escritas. Una que me ha gustado mucho es esta.
“Lo importante no es ser el mejor, sino ser uno mismo”
Todas estas frases y su vida como alfarero la podéis encontrar en esta página Web, pinchando el enlace (pedromercedes.com) nos lo regala su hijo Tomas Mercedes.
Rafaela