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Mi hermano en el centro. |
La bicicleta y el fútbol eran su debilidad, por eso cada día
su ilusión era salir de la escuela lo antes posible y poder pedalear sobre su
bici. Poco le importaban los días fríos de invierno, ni los calurosos de verano
para perderse por aquellos caminillos entre los frondosos eucaliptos, aunque
hubiese algunos tramos de tener que cambiar los papeles y fuese él, quien tenía
que cargar a cuestas con ella.
Aquel día fue la lluvia la que le sorprendió al salir de
las clases extras que le daba su tío como apoyo a sus estudios. Y fue en un
cruce de caminos, donde casi nunca pasaba nadie, aquel día otro ciclista
cruzaba con el mismo pensamiento, bajar la cabeza bajo la capucha del capote,
para evitar que la lluvia le diese de lleno en la cara. El impacto fue brutal.
Tan fuerte, que los dos cayeron al suelo, quedando el chico sin conocimiento
durante algunas horas.
Había que llevar la noticia a sus padres, ofreciéndose un joven servicial, que no se lo pensó dos veces
y fue corriendo sin parar hasta llegar casi sin aliento. Esto ultimo, unido a
su trastorno en el habla, hicieron un drama de la situación. Suuuu hiiijo eeesta
en caaaasa deel tiiio, seee caaalló de laaa biiici, eeesta siiin seeetiiido. Cocoomo
muumuerto.
Los padres afligidos por la noticia corrieron a su encuentro. Las niñas quedaban
llorando con la duda y desconsuelo de no saber exactamente lo que le había
pasado a su hermano.
Su afición por la bicicleta creció con los años, le gustaba
y se le daba bien, hasta llego a ser conocido en su pueblo por ganar alguna
carrera ciclista. Pero las circunstancias no eran propicias para tomarse la
bici como profesión, tenia que atender el pequeño comercio de sus padres, siempre
aprovechando cualquier situación para subir a ella, como pasaba cuando faltaba
el chocolate de los regalos en la tienda. Estaba dispuesto a pedalear los
quince kilómetros de ida y otros quince de vuelta, con las dos o tres cajas del
chocolate para que nadie quedara sin el famoso chocolate y el regalo
correspondiente que acompañaba a cada tableta.
Para ti Chache.
Rafaela.