viernes, 23 de julio de 2021

PASADO Y PRESENTE

 


Cómo ha cambiado el campo, 

sobre todo en la manera de trabajarlo. 

Recuerdo meses de trabajo 

hasta poder ver el cereal metido en sacos.

 Cuántos días de sudor echaban nuestros mayores. 

 Para sobrellevar el calor 

tan solo tenían un botijo de agua, 

que mantenían fresca 

a la sombra de una encina. 

Madrugaban para empezar pronto la faena, 

y si no quedaba muy lejos volvían al cortijo

 para comer y volver a la caída del sol

 y así seguir día tras día con la tarea

 de segar la mies a base de sus brazos y una hoz.  

Hacían haces con ella

para luego con un carro llevarla a la era, 

donde se empezaba otro largo proceso

 hasta separar el grano de la paja.


 Una labor que duraba casi todo el verano, 

además rezando para que no viniera

 una tormenta cuando el grano estaba en la era.


Hoy por suerte y gracias al progreso, nada es igual.

 Me admiro al ver la labor que hacen las cosechadoras. 

Para empezar, la comodidad la llevan incluida,

 una cabina con aire acondicionado 

donde solo va la persona que maneja la máquina,

 esta va segando y separando el grano de la paja,

 la cual va dejando caer al suelo, 

en otro momento vendrá otra máquina

 que irá recogiendo la paja y la hará haces. 

No muy lejos veo un remolque

 donde van echando el grano “ya limpio de polvo y paja''.

 Imagino que en el camión también hay un solo hombre. 

Así, de esta forma que a simple vista parece tan sencilla 

en una mañana han hecho el trabajo 

de recoger 20 hectáreas de sembrado y con solo dos personas. 

Con otra ventaja añadida, poder trabajar de noche.  



Rafaela.

miércoles, 14 de julio de 2021

Primera Comunión - Virgen del Carmen

 


Se acerca el 16 de Julio.
 Día de la Virgen del Carmen patrona de aquel pequeñito pueblo donde pase mi niñez y fui feliz.
 Dia grande en La Garganta - Ciudad Real.- 
No puedo decir que tuve tiempo de disfrutar de muchas fiestas, 
pero sí recuerdo la de aquel año que hice la Comunión.

 La Primera Comunión se hacía el día del Corpus Christi.

 Desde que empezaba la preparación con los días de catequesis,

 todos los niños esperábamos con ilusión que llegara el día señalado.

 Ese día, después de la misa a la que asistían los maestros y todo el  pueblo.

 Lo mejor para los niños que comulgamos por primera vez,

 era el desayuno de chocolate que nos preparaban.

 Nos parecía algo grande a lo que no estábamos acostumbrados.

 

Creo que además de estrenar aquel precioso vestido blanco y largo que me hizo mi madre,

 aquellos zapatos blancos, los guantes,  y aquellos tirabuzones

 con una bonita diadema con aquel precioso velo de tul.

 Lo del chocolate era lo más.  


Pero algo que no imaginaba era que además cuando daba una “estampita” o recordatorio,

 me darían dinero que yo guardaba en la limosnera y luego daba a mi madre.

 Nunca había visto tantas pesetas juntas, pero ese día reuní bastantes billetes de papel.

 La verdad que un poco vergonzosa si que iba, aquello de que me pagaran la estampa 

no me hacía mucha gracia. 

 

 Pasado ese primer día, aún quedaba volver a vestirse el día de la fiesta a la patrona

 donde se sacaba a la Virgen del Carmen en procesión.

 Había que vestirse otra vez de largo. 

Con aquel sol de justicia un 16 de julio ya era hacer un sacrificio. 

Aunque pronto se me olvidó el calor cuando me cambiaron de ropa

 y me dieron algunas pesetas de lo guardado,

 para comprar algún helado de aquellos hechos a mano,

 y montar en aquellas barcas de madera, 

que otras veces veía pero no recuerdo haber montado hasta aquel día.

 Por lo menos tantas veces. 

Fue un día más especial para mi que el día de la comunión.

 Empecé a descubrir la diversión de las fiestas.

 Como después siendo niña tuve pocas ferias más, 

será por eso que la recuerdo siempre con mucha nostalgia.

 

 

Rafaela.