La Primera Comunión se hacía el día del Corpus Christi.
Desde que empezaba la preparación con los días de catequesis,
todos los niños esperábamos con ilusión que llegara el día señalado.
Ese día, después de la misa a la que asistían los maestros y todo el pueblo.
Lo mejor para los niños que comulgamos por primera vez,
era el desayuno de chocolate que nos preparaban.
Nos parecía algo grande a lo que no estábamos acostumbrados.
Creo que además de estrenar aquel precioso vestido blanco y largo que me hizo mi madre,
aquellos zapatos blancos, los guantes, y aquellos tirabuzones
con una bonita diadema con aquel precioso velo de tul.
Lo del chocolate era lo más.
Pero algo que no imaginaba era que además cuando daba una “estampita” o recordatorio,
me darían dinero que yo guardaba en la limosnera y luego daba a mi madre.
Nunca había visto tantas pesetas juntas, pero ese día reuní bastantes billetes de papel.
La verdad que un poco vergonzosa si que iba, aquello de que me pagaran la estampa
no me hacía mucha gracia.
Pasado ese primer día, aún quedaba volver a vestirse el día de la fiesta a la patrona
donde se sacaba a la Virgen del Carmen en procesión.
Había que vestirse otra vez de largo.
Con aquel sol de justicia un 16 de julio ya era hacer un sacrificio.
Aunque pronto se me olvidó el calor cuando me cambiaron de ropa
y me dieron algunas pesetas de lo guardado,
para comprar algún helado de aquellos hechos a mano,
y montar en aquellas barcas de madera,
que otras veces veía pero no recuerdo haber montado hasta aquel día.
Por lo menos tantas veces.
Fue un día más especial para mi que el día de la comunión.
Empecé a descubrir la diversión de las fiestas.
Como después siendo niña tuve pocas ferias más,
será por eso que la recuerdo siempre con mucha nostalgia.
Rafaela.
Es un día que nunca olvidamos, una celebración emotiva donde tíos. primos. hermanos y algún amigo íntimo nos juntamos para celebrar nuestra comunión, la mejor comida que en aquellos años no no era habitual y algunos regalos, corría el año 1960.
ResponderEliminarMi primera comunión fue mucho más corriente para mí ya que la hice un 6 de agosto ( día que cumplía 7 años)y era la única niña que la hacía en el pueblo de mi madre donde pasábamos las vacaciones, así que me sentía sóla sin mis compañeras del cole de la ciudad donde vivíamos.No recuerdo que hubiera chocolate pero si me acuerdo del dinero de algunos familiares que me metían en la limosnera del vestido, tampoco se si fue mucho o poco,la celebración fue en casa con la familia. Pero es verdad que me hizo mucha ilusión llevar el vestido blanco que por cierto era el mismo de mi hermana mayor y que se aprovechó después en mi hermana pequeña.Besicos
ResponderEliminar¡¡Hola Rafi!! Hay cosas que no se olvidan tan fácilmente por mucho tiempo que haya pasado. Se te ve estupenda en la foto y tu madre cosía muy bien, pues parece una vestido comprado y no hecho. Me ha recordado un poco a la foto que tiene mi hermana mayor de su comunión, pues también es en blanco y negro y llevaba un vestido muy similar.
ResponderEliminarYo recuerdo también el día de mi comunión, que estuvimos todo el día de fiesta en mi casa, tuvimos invitados a todas horas, para la comida, la merienda e incluso la cena, la gente entraba y salía, lo pasé muy bien. Recuerdo que me llevaron el día de antes a la peluquería para hacerme tirabuzones, pero al día siguiente, cuando me levanté, mi pelo ya estaba de cualquier manera, al tener el pelo algo accionado, los medios rizos volvieron a su sitio. Me compraron un vestido muy bonito que luego me pidió medio pueblo y con él lo tomaron muchas niñas del pueblo más. Y mi hermana pequeña, que a pesar de tener 10 años menos que yo, también lo tomó con mi vestido, pues cuando mi madre fue a comprarle uno, vio que el estilo que se llevaba, era exactamente al de mi comunión, así que al final, le puso el mío también. El vestido dio mucho de sí, fue más que amortizado.
Bueno, Rafi, espero que estés bien. Cuídate mucho. Besitos.
La memoria es ese cofre de los tesoros donde guardamos nuestros recuerdos. Sólo nosotros podemos abrirlo y enseñar a los demás sus mejores joyas. Muchas gracias y un abrazo.
ResponderEliminarRecuerdo mi Primera Comunión como una de las vivencias más bomitas e inolvidables de mi vida, entonces estábamos todos...
ResponderEliminarBuen finde.
Un beso.
Son muy lindos recuerdos que permanecen asesorados en ti y que al leerlos es como vivirlos contigo con ek mismo gusto. La niñez es nuestro lugar más feliz y esta celebración, algo muy especial.
ResponderEliminarUn abrazo!
Rafaela, qué bien nos has narrado ese día tan especial. Perdura vivo en ti hoy y siempre, ya es eternidad, amiga. Nos has traído a todos recuerdos muy especiales. Es bueno recordar, sentirse viva y seguir adelante con optimismo.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi cariño, Rafaela.
Qué recuerdos! Las estampas, " la limosnera" para guardar lo que te iban dando ...y el chocolate. Que bien lo has contado . Un abrazo.
ResponderEliminarHola Rafaela, con tu bonito recuerdo nos traes a nosotros los nuestros, yo creo que nadie olvida ese día, recuerdo el mio con mucha ilusión y muy sencillito, estábamos muy poquitos, mis padres, mis hermanas y mi tío y tía que vinieron de Valencia, nosotros entonces vivíamos en Albacete, y mi madre la pobre nos hizo chocolate con churros, no recuerdo mas, solo que estaba muy contenta, aun tengo el libro:)
ResponderEliminarBesos.
Yo la tuve a los 9 y fue una experiencia muy bonita.
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