Los abanicos eran regalados en señal de aprecio o respeto a la persona, y se consideraban regalos muy costosos y de mucha importancia.
En España la tradición de regalar abanicos sigue estando muy arraigada.
Investigando sobre el abanico, me llama la atención la cantidad de versiones que puede tener según su manejo. Parece ser que las parejas creaban su código particular para comunicarse, y que solo lo pudieran entender ellos. De ahí que en el mismo gesto encontramos diferentes versiones.
También encontramos dichos y refranes antiguos, referente a este artilugio.
Por San Benito ( 11 de julio) sacan las señoritas el abanico.
Ser marquesa y no saber manejar el abanico.
Tantos años de marqués y todavía no mueves el abanico.
Los grandes escritores también utilizaron la palabra abanico en sus obras
La luna tiene un sueño de grandes abanicos: Federico García Lorca.
El soplido debió ser el abanico de la primera reina del mundo: Ramón Gomez de la Serna.
P D. Interpretación del gesto de la foto anterior: No puedo hablar contigo aquí.