No fue mi madre, pero fue la madre de cuatro hermanos estupendos
a los que hoy quiero dedicarles esta entrada con mucho cariño.
Aunque la
publique hace unos años, la traigo de nuevo hoy día de la cruz de mayo.
Besos y abrazos para todos los que pasais por aquí.
En el mes de Mayo el mes de las cruces, no puedo dejar de recordar a Tere. Una persona que vivía este mes con autentica pasión. Desde el día tres que era el cumpleaños de mi padre, ya tenía la Cruz puesta. Quizás ella no sabía exactamente el origen de esta celebración, pero si la seguía con la tradición de nuestro pueblo.
Allí
en La Garganta era costumbre de poner una Cruz o altar en muchas
casas. Engalanada con la mejor colcha o tapete que se tuviera, adornada
la base con romero y flores, muchos floreros y estampas de la virgen,
grandes macetas alrededor en el suelo, la pequeña cruz presidia un
lugar privilegiado en la casa.
El venir a Madrid a Tere no le hizo cambiar sus costumbres. Aunque las
casas eran más pequeñas que en el pueblo, ella se las ingeniaba para
buscar un rinconcito y poner su Cruz todos los años, y durante todo el
mes no le faltaban las flores. Esto y otras muchas cosas me contaba
ella, que le hacían estar un poco mas cerca del pueblo. Yo no podía
entender como siendo las dos de la misma edad a ella no se le
olvidaban las fiestas y costumbres de su tierra. Cosas que a mi me
costaba recordar o no las tenia en cuenta.
Hasta
los doce años Tere y yo, fuimos compañeras en la escuela, hicimos la comunión el mismo día, amigas podemos decir, teníamos la misma edad y
nuestros padres también se conocían como era normal en un pueblo
pequeño.
Nadie
podía pensar que pasados unos años -al faltar mi madre- ella seria la
madre de mis cuatro hermanos pequeños. De los que me siento orgullosa
al sentir como me quieren, como también yo los quiero a ellos.
Siempre
la llame Tere y ella a mi Rafi, igual que lo hacíamos desde pequeñas.
Así fue como vivimos en nuestra juventud, las dos teniendo niños casi
al mismo tiempo. Los suyos eran hermanos míos y tíos de mis hijos, de
echo hay algún tío mas joven que el sobrino. Sonaba un poco raro que mis
hijos la llamaran abuela siendo tan joven, pero ella así lo quería y
así lo vivía, decía que no le importaba, ya que eligió a mi padre con
todas las consecuencias aunque la diferencia de edad era de veintidós
años se adaptaron el uno al otro y fueron muy felices.
Tere
murió muy joven hace once años, solo tenía cincuenta y uno. Se fue en
los mejores años de su vida. Conoció su primer nieto, pero se perdió a
otros cuatro que vinieron después.
La vida tiene injusticias. Mi padre que pensó siempre que por lógica
faltaría antes que su mujer, la vida le jugo otra mala pasada y tubo
que vivir su perdida, que solo supero a duras penas cuatro años mas.
Los
recuerdo a los dos con mucho cariño. A mi padre por ser él, a Tere
como su mujer durante treinta y tantos años, con todos los momentos
buenos vividos y otros también de duras enfermedades. Tere siempre
estuvo ahí.
Así fue la convivencia en familia. Rafaela.
No conocía la costumbre de la cruz.
ResponderEliminarBonito escrito, me conmueven tus palabras, esta segunda madre, amiga que fue para ti se fue pronto sin poder disfrutar de los buenos años que todavía le quedaban para vivir, es bueno que te lleve buenos recuerdos y que puedas seguir sus buenas costumbres.
Besos.
Muy tierno lo que cuentas.
ResponderEliminarFeliz día.
Besos
Bonito es recordar, y bonito tu homenaje que te honra a ti además de su recuerdo.
ResponderEliminarMe encanta la foto de las lilas que presiden hoy tu portada. Bsss y feliz inicio de semana
Enternecedor Relato.
ResponderEliminarMuy bien escrito y me ha gustado mucho leerte.
Entré en tu Blog, para curiosear, pero me ha enganchado como escribes y me tendrás por aquí con frecuencia
Saludos, manolo
¡Ah! se me olvidaba, además de tener muchos amigos comunes, hemos coi9ncidido en lo de la Cruz de Mayo.
ResponderEliminarMi blog es: http://marinosinbarco.blogspot.com.es/
Por si quieres venir.
manolo
Emotivos recuerdos, y bonito homenaje.
ResponderEliminarUn beso Rafaela.
Dice mucho bueno de usted todo lo que nos ha contado de manera tan delicada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me emocionan estos episodios tan intimos de nuestras vidas.
ResponderEliminarTere fue tanto para ti porque entrego lo mejor que tenía....su vida por la familia.
No me extraña que la hayas querido tanto.....que tanto la quieras.
BEsos Rafaela.
Preciosa historia familiar llena de amor y comprensión algo que ahora escasea tanto en los matrimonios.Besicos
ResponderEliminarEn "mi" pueblo el día de la cruz también es fiesta grande. Es el día de la romería y aunque yo apenas lo he vivido entiendo la importancia que tiene para los que lo han vividos desde siempre.
ResponderEliminarComo siempre, me conmueve tu historia, en la que se palpa el enorme cariño que reinaba y reina en tu familia.
Besos
Hay recuerdos que nunca se olvidan, y sobre todo, cuando se trata de personas queridas.
ResponderEliminarUn beso.
Hay recuerdos que nunca se olvidan, y sobre todo, cuando se trata de personas queridas.
ResponderEliminarUn beso.
Hay recuerdos que nunca se olvidan, y sobre todo, cuando se trata de personas queridas.
ResponderEliminarUn beso.
Qué bonito es recordar a los seres queridos con cariño y gratitud, se nota a leguas el cariño que le tuviste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bonita y emotiva historia, que habla bien tanto de la protagonista, como de quien la escribe..
ResponderEliminarQue bonito y facil es hacer las cosas con amor...
Mi saludo
Las vueltas que da la vida, muy bonito homenaje a Tere, el amor, que bello sentimiento.
ResponderEliminarUn beso
Hola Rafaela, es muy emotiva la historia que nos cuentas tanto de tu niñez como ya de adulta, en la que siempre has tenido a una gran amiga a tu lado, primero de niña y luego como madre, quien te lo iba a decir verdad?, que tu mejor amiga luego seria la esposa de tu padre, lo importante de todo fue todo el cariño que os dio y el buen recuerdo que tenéis de ella, bonitos recuerdos desde luego.
ResponderEliminarBesos.