Aquella encina vieja que cobijaba el botijo
de aquel sol abrasador, y guardaba el agua fresca
para el rudo segador.
Otros tiempos ya lejanos pero frescos en recuerdos
son los que una encina vieja puede guardar a su sombra.
Aquella encina vieja donde escuchar la cigarra
era como escuchar una nana mientras él dormía la siesta.
Allí tumbado bajo de ella, dejaba volar sus sueños.
Allí, donde se adquiere la experiencia de los mas hermosos años.
Allí, donde escuchar el silencio le da grandeza al misterio.
Bajo aquella encina vieja, donde la ilusión quedaba
enredada entre sus ramas, para ir tejiendo con calma
la vida de un segador.
Rafaela.
Que bonitas son tus poesías y que poquitas nos regalas. Un abrazo grande
ResponderEliminarBajo aquella encina vieja,
ResponderEliminardonde la ilusión quedaba
enredada entre sus ramas
de la encina centenaria.
Le has dado voz y trascendencia a ese encina, que ha sido testigo y protectora de ese segador...La naturaleza, como madre nos alienta y nos protege, Rafaela.
ResponderEliminarMi felicitación por tu sensibilidad entrañable.
Mi abrazo y mi cariño.
Unas estrofas que nos traen algunos recuerdos a los que tenemos mas edad
ResponderEliminarbendita esa vieja encina que tentos favores hizo y que a través de los años te ha inspirado tan bonitos versos.Besicos
ResponderEliminarBellas palabras le dedicas a la encina Rafaela ¡Cuantas ilusiones se pueden tejer bajo su sombra!.
ResponderEliminarBesos de Espíritu sin Nombre.
Hay árboles testigos de vidas enteras. Cómplices, compañeros, consejeros. Precio do poema.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
*Precioso, corrección.
EliminarHola, nueva seguidora; felicitaciones por blogs y publicaciones; este es el último publicado por mí:https://ioamoilibrieleserietv.blogspot.it/2018/04/recensione-serie-diabolic-s-j-kincaid.html
Si quieres te espero como lectora permanente
Gracias
Bonito recuerdo de aquella encina que vuelve a cobrar vida contigo. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué preciosidad de poesía Rafaela, cuántos recuerdos dormidos en mi alma se han despertado al leerla, lo he hecho varias veces, saboreando cada verso...!
ResponderEliminarPor un momento, todo se ha llenado de vida y he visto la vieja encina con el segador a su sombra y el rojo botijo con el agua que calmará su sed.
Un abrazo con cariño.
Ángeles
Hola Rafaela, bello homenaje el que has hecho a esa noble y sabia encina, que expectante y majestuosa va viendo como pasa el tiempo por ella, reflejando el amor por ser parte de nuestra hermosa naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo de luz!
Seu blog é muito bonito.
ResponderEliminarAcho que vou segui-lo.
Será que você também pode
seguir o meu?
silvioafonso
.