pasando las horas ensimismada en la añoranza de tiempos pasados en que fuera acicalada y mimada por su joven
barquero sintiendo orgullo de ver reflejada su
juventud sobre las aguas de
aquel gran lago en las noches de luna
llena.
Si pudiera contar lo vivido navegando entre nenúfares y aves acuáticas, bordeando canales entre parajes de arrozales, paseando por huertas
y naranjales aspirando su intenso aroma de azahar junto a típicas barracas e idílicos paisajes que fueran
inspiración de aquellos Grandes Escritores.
Hablaría de
pescadores y su arte con el redolí a la caza de la
escurridiza anguila,
compartiendo con ellos jornadas intensas y
agotadoras, para después llegada
la tarde,
acunar alguna pareja enamorada durante puestas de
sol inigualables, ansiados en la calmada
noche para vivir su torrente de amor desenfrenado.
Mas ahora, llegado el
triste y frió otoño, solo le quedan recuerdos en la inmensa quietud
de su querida Albufera.
Rafaela.
¡Que pocas cosas hay como una barca que fue tu compañía que compartió ilusiones y hasta confidente del os mas bellos recuerdos y tu barca me recuerda a mi barca con la que surqué ríos y mares . tus hermosos versos me han traído los más bellos recuerdos ¡Qué será de aquella barquilla mía
ResponderEliminar¡Gracias por tus bellos versos!
Besos
André
No importa lo que ella recuerde, seguro que, aunque con las décadas desaparezca, siempre permanecerá en la memoria de alguien o en alguna fotografía, quizá...
ResponderEliminarUn abrazo bien fuerte y tu cafelito recién hecho, amiga.
Una barquita, la mía, marinera, la recuerdo con mucho cariño y la Albufera en la que se esconden entre los cañizos,muchas de esas barquitas aguardando días mejores . Que poética tu entrada. Un abrazo
ResponderEliminarA pesar de estar quieta, a la espera de días mejores, a ti te sirvió de inspiración.
ResponderEliminarUn beso Rafaela.
Aunque vieja y quieta siempre habrá alguien que piense en ella con cariño y le dedique sus letras como tú has hecho. Un abrazo
ResponderEliminarRafaela, tu poema es entrañable, sensible y profundo...Te ha quedado precioso, nos hace soñar a todos con esa barca que tiene alma y memoria...Mi felicitación y mi abrazo grande, compañera y amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Precioso poema a esa barca ya vieja y abandonada pero llena de historia..........Besicos
ResponderEliminarEsa barca como un banco solitario si pudieran hablar cuanto tendrían por contar y de lo que uno podría reír, y llorar con ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, saludos cordiales y feliz Viernes, un gusto pasar por tu gran blog, te invito de forma cordial a que visites el Blog de Boris Estebitan y leas un poema mio titulado “Espera por mi”, seguimos en contacto, estupendo fin de semana. La vieja barca podría contar tantas historias :)
ResponderEliminarQué bellos paisajes pintas con tu palabras. Me ha gustado mucho esa barca y sus recuerdos, Rafaela.
ResponderEliminarBesos
Has acariciado esa barca con tus versos Rafaela, da gusto leerte, me ha encantado. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
ResponderEliminarMe has recordado Cañas y barro, La barraca, Arroz y tartana. Todos muy ligados a La Albufera valenciana. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarPreciosos y entrañables versos; Rafaela, es para mi un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me parece recordar, con estos versos, al tío Paloma, trabajador infatigable, los amores de Tonet y Neleta, de trágico fin, el ambiente de la taberna de Cañamel, por cierto en el Palmar, `pueblo hoy dedicado tanto o más a la hostelería como a la pesca, hay un restaurante llamado Cañamel; y los paisajes del lago y de los arrozales y de El Saler, hoy en realidad la gran zona verde de Valencia..
ResponderEliminarUnos muy buenos y sentidos versos los tuyos.Saludos.
Un dulce recuerdo para acompañar las nubladas tardes de otoño, una Albufera en plenitud sosegada por el paso de los tiempos y de las edades. Estupenda composición.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Rafaela, has echo que conforme te iba leyendo recordase los paseos que he dado en una barca como la que cuentas por esa bonita Albufera, y como no su bellisima puesta de sol, ese sol reflejado en sus calmadas aguas entre arrozales y cañas, felicidades ya que lo has descrito fenomenal:)
ResponderEliminarBesos.
Esa barca que es vida y es Huella de su flotar en esa albufera entre nenúfares y aves llenas de libertad...Precioso.
ResponderEliminar¡¡¡Gracias por tu comentario lleno de Cariño y Humanidad!!!
Abrazos y besos.
Las barcas, esos ignorados pre-picaderos...
ResponderEliminar¡Cuántas historias podrían contarnos todas esas viejas barcas que ahora ya descansan tranquilas! Un beso, Rafaela.
ResponderEliminarEsto de la barca y la Albufera, me pilla bastante cerquita.
ResponderEliminarBesos tocaya.