Seria a finales de los
años 50 cuando pasaban por La Garganta haciendo el Oleoducto. Decían que eran
los americanos.
La Garganta ( Ciudad Real ) |
Para algunos niños era toda una aventura ir
cada tarde después de la escuela para ver las maquinas trabajando. Nunca hasta
entonces habían visto nada parecido, solo el rugir de algunas sierras cuando se
hacia la tala de los eucalipto era el único ruido que perturbaba la paz y el
silencio que junto con el canto de pájaros habitaban aquel solitario paraje.
El espectáculo era demoledor, gigantescas
maquinas levantaban sus garras y con ansia devoradora tiraban al suelo montones
y montones de árboles, ni los mas viejos con grandes troncos y gran altura se
podían resistir a aquellos monstruos de motor que llegaban haciendo un ruido espantoso asustando a todos los
animales de aquel pequeño bosque y dejando un rastro de desolación por donde iban pasando. Eucaliptos en el suelo
y montañas de tierra junto a los que por suerte habían quedado en pie era el
triste panorama que se observaba en toda la zona.
¿Que seria
aquello que estaban haciendo? Primero parecía la construcción de una gran pista
de unos 20 metros de ancha. Que decían - Venia desde Málaga – Hacían una
profunda zanja en medio de la pista y unos enormes tubos de acero eran soldados unos
con otros y recubiertos con material anticorrosivo, mas tarde los tractores
grúas colocaban estos tubos en la zanja con
la misma facilidad que si fuesen cañas de bambú, después solo quedaba el
relleno de la zanja para distribuir toda la tierra movida que tardaría mucho
tiempo en volver a sus condiciones originales de vegetación.
Dicen que
es el progreso.- Comentaban los mayores del lugar- Un Oleoducto que llevará el petróleo
a Puertollano. También hablaban de la gran catástrofe que supondría si aquello
llegara a explotar algún día. -Saltaremos todos por los aires- (Decían)
Solo de oír
los comentarios y ver el bosque destrozado por las maquinas, los mas pequeños
no dormían tranquilos pensando en las graves consecuencias del desastre que causarían
durante el tiempo que estuvieran por
allí las obras de aquellos que llamaban los americanos.
Rafaela
Rafaela
¡Qué tiempos aquellos! ¡Con qué poquito nos conformábamos y éramos felices! Saludos ,Rafaela.
ResponderEliminarComo duelen las heridas que le hacen a nuestra tierra !!
ResponderEliminaryo también lo he vivido. Después de un tiempo, tras tapar la zanja la herida hecha a la tierra se cicatriza, crece la hierba y algún que otro matorral y para recordar a gritos que sobre esa linea subterránea no volverá a crecer un árbol, plantan unos postes amarillos chillones. Lo único bonito para los ojos de un niño es que al mover tanta tierra aparecen animalitos que jamás había viso.
ResponderEliminarQuién detiene el progreso. En realidad grandes obras como ésta han hecho posible que la energía llegase a todos sitios, pero hay cosas que el progreso se llevó para siempre dejando en su lugar una gran desolación.
ResponderEliminarUn beso Rafaela.
Se destrozan unas cosas pero se mejoran otras. Eso es lo que trae el progreso.
ResponderEliminarBesos Rafaela.
Eso es la construcción y el progreso que se destruye la vegetación.
ResponderEliminarPero fue un tiempo para ti de vivencias y recuerdos en tu vida.
Un abrazo.
Pues sí tendría que ser todo un espectáculo ver algo así que rompía con la monotonía acostumbrada.Mi cuñado de Puertollano no me contó nada de esto.........Besics desde el hospital
ResponderEliminarLo decían bien: Era el progreso. Lo que no sabíamos nunca con certeza lo que ese progreso supondría. Ahora me imagino lo que eso suponia para los niños. Toda una aventura.
ResponderEliminarBss
Lamentablemente la tierra siempre tiene que sufrir :(, saludos.
ResponderEliminarHola Rafaela, es lo que tiene el progreso, que para ganar unos el que sale perdiendo siempre es el mismo, la tierra, para vosotros los niños fue una aventura, pero para los mayores ver como destrozaban esos campos y arboles me imagino que les dolería mucho, ese es el progreso que se lleva todo por delante y no podemos hacer nada.
ResponderEliminarBesos.
Lo llamamos progreso, ¿evolución? a veces pienso que involucionamos... osea... como lo cangrejos, hacia atrás.
ResponderEliminarBesos amiga.
Es el peaje que, en ocasiones, hay que pagar para vivir como vivimos, porque aquello de que "cualquier tiempo pasado fue mejor" es una falacia.Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarBueno opino como el resto de los comentarios
ResponderEliminarYo he visto muchisimo cambios a mi alrededor pero al final ha sido para bien y se ha notado el progreso.
Lo que si es verdad que a veces se sacrifica muchas cosas al cambio.
Que nos preguntamos ¿Merecerá la pena?
Un beso y hasta pronto.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuanto más progreso tengamos más destruieremos. Somos así por naturealeza. No se piensa en el daño que se causa cada vez que se emprende una gran obra.
ResponderEliminarBuenas noches .
Un beso.
Rafaela, que bien nos lo has explicado, amiga...Esas máquinas, eran moNstruos, que rompían la tierra para traernos el progreso...Pero, ese progreso no nos ha hecho mejores, nos ha hecho esclavos de la materia y todo lo que la rodea...El progreso del espíritu está por llegar, y ese progreso debe respetar la naturaleza y los valores humanos...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso, amiga.
M.Jesús
Lo has explicado muy bien, todos de una u otra forma hemos vivido situaciones ese tipo
ResponderEliminarY ahora cual es la opinión de esos niños? . Un abrazo
A veces no sé si merece la pena, porque sacrificamos la naturaleza para algunas obras que luego no tienen éxito. Muy buena entrada Rafaela. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
ResponderEliminarEs lástima cuando destrozan tantos árboles y tantas cosas. Buen finde.
ResponderEliminarLlamamos progreso a la destrucción de la naturaleza. Qué pena. Un abrazo, Rafaela.
ResponderEliminar¡Hola -Rafaela!
ResponderEliminarTu real relato me entristece aunque no esté cerca de mí. Me imagino ese bosque tranquilo sufriendo las consecuencias del progreso. Tan hermosos que son los bosques, que además de darnos oxigeno, llaman a las lluvias para acariciar los comos que dan los frutos para nuestra supervivencia. Considero la tala de árboles, un crimen.
Gracias por compartir tus bonitas letras. Y por acercarte a mi puertito marinero.
Te dejo abrazo y mi estima. Feliz fin de semana.
Mires tu relato desde la perspectiva que deses llegas a algún mensaje importante, pareciendo un recuerdo entraña mucha vida, y como toda vida habla de muerte.
ResponderEliminarLleva mensajes implicitos muy buenos.
Enhorabuena,
Besos ♥♥