A la izquierda iglesia y escuelas |
Tal como vemos en esta
foto La Garganta (Ciudad Real) un día
fue un pueblo. Aunque pequeñito tenía una escuela de niños y otra de niñas, tenia
Iglesia donde había misa todos los domingos. Una tienda y una panadería, también
había fragua y carpintería y una gran cuadra para caballos. Un practicante que también ayudaba a traer niños al mundo.
Aquel pequeño pueblo
tenia el encanto especial que de niños damos a nuestra tierra, donde aprendimos a vivir en
aquellos primeros años de feliz
inocencia en los que nunca echábamos nada de menos, días de obligaciones de
escuela y juegos en las horas del recreo, días de fiesta compartidos con todos
los vecinos, además de los gloriosos días de montería
una vez al año, donde ya acudía gente
importante de la época.
Siempre fue una pequeña aldea
privada pero necesitada de empleados para mantener sus distintas actividades y
como tal podía entrar y salir cualquiera. Nunca existió ninguna valla que lo
impidiera.
Todo ha cambiado desde entonces. Los edificios
de la iglesia y las escuelas es lo único que nos recuerda de aquella actividad de
antaño. Ahora son bastante menos los que allí trabajan y solo son los poderosos
los que pueden pasar y disfrutar de su
entorno para cazar en los días de montería.
Entre esos privilegiados se encuentran los príncipes
Guillermo y Enrique de Inglaterra.
Os dejo un enlace donde
poder ver la noticia..
http://www.latribunadeciudadreal.es/noticia/ZC0464027-BCD9-78D4-A2EAA4700CBD8A4A/20140209/principes/guillermo/enrique/pasan/dia/cazando/garganta/cerca/fuencaliente
Rafaela
Los que ahora disfrutan de la cacería no han podido disfrutar como tu disfrutaste en tu niñez. Seguramente que a ti te suele pasar lo mismo que a mi que me gustaría encontrar cara rincón de nuestro pueblo tal como fue.
ResponderEliminarUn abrazo.
En primer lugar no me gusta la caza, no veo disfrute en matar animales Y segundo, lo mismo de siempre Rafaela...Los que tienen dinero y poder harán lo que llevan haciendo toda la vida. Mientras los demás miramos y vemos como se aprovechan de todo sin que les pertenezca, sólo por que se lo pueden permitir.
ResponderEliminarAquí al lado de Béjar hay un pueblo que se llama también La Garganta, pertenece a Extremadura.
Buenas noches.
Un beso.
¡¡¡Hola Rafaela!!!
ResponderEliminarComo se añora el pueblo tranquilo donde un nació y creció. Le pasa a muchos pueblos preciosos donde todos se conocían y ayudaban, el vecindario era una familia. Ahora con el progreso, no se conoce a nadie, pal caso ni te saludan.
Un placer pasar por tu casita virtual.
Un beso y buenas noches.
Que suerte tener pueblo, parece tonto pero cuando alguien me dice, me voy al pueblo, me siento desamparada. Un abrazo
ResponderEliminarUna entrada-testimonío que hace pensar...de todas formas son residuos (las cacerias del hombre primitivo que además lo hacían como una obligación para mantaner la tribu...es el ocio de los poderosos...a mi incluso me dan pena en la urna de cristal en que viven...esos privilegios hay que abolirlos...Un abrazo muy fuerte de Bwegoña
ResponderEliminarEstoy con Abedul. Tu entrada hace pensar, por un lado en lo que tuvimos y se nos fue ( que no es poco), y por otro en la barbarie de las cacerías.Perseguir a un animal para matarlo por diversión es algo que tendría que estar prohibido. Un abrazo.
ResponderEliminarRafaela, preciosos recuerdos de tu pueblo, amiga...El hombre sigue siendo el mismo en el siglo XXI, que en la Edad Media, cuando rodeado de siervos y lacayos se dedicaba a la caza...El poder deshumaniza al hombre y lo vuelve insensible con la naturaleza..y así seguiremos hasta que no se dé una revolución del espíritu y el hombre respete la naturaleza y sea más solidario y generoso con sus hermanos...
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo inmenso por tus buenos posts y cercanía,amiga.
M.Jesús
Coincido con Mari-Pi-R, lo que tú disfrutaste allí nadie lo disfrutará matando animales.
ResponderEliminarUn beso Rafaela.
Sé de qué hablas Rafaela. Eso de que no se le pueden poner puertas al campo no es cierto, ¡vaya si se las ponen! las cacerías son un negocio muy suculento, sólo accesible a gente que maneja mucho dinero.
ResponderEliminarBesos
Bonitos recuerdos que nadie te prdrá quitar. Un abrazo
ResponderEliminarTodo se lo cargan y hacen polvo, pero para beneficio de unos cuantos.
ResponderEliminarBesos.
¡¡¡Que me vas a contar amiga Rafaela!!! yo soy de Ciudad Real y siempre he escuchado cosas así, solo los poderosos se pueden permitir cazar y destruir lo que les viene en gana, y los demás… ajo y agua ¡¡¡ Qué vergüenza!!! Me he encantado tu entrada. Un beso.
ResponderEliminarHa dicho Lola lo que yo iba a responder. Tal vez, y quiero pensar mal porque así son las cosas, abandonan los pueblos para que queden únicamente el placer o la belleza a quienes conviene.
ResponderEliminarUn abrazo, compañera.
No me gusta nada, pero nada la caza y no entiendo cómo pueden divertirse matando animales por capricho......otra cosa es la necesidad que en ese caso lo entiendo. Los ricos siempre han tenido y seguirán teniendo privilegios "poderoso caballero es don dinero" . Besicos
ResponderEliminarMe imagino lo que sentirías al leer esta noticia. A mi la caza no me gusta nada. Lo meda pena es que lo que antaño tuvo vida esté hoy casi olvidado. Se ha vendido esa finca al leer la noticia entendí que actualmente es una propiedad inglesa.
ResponderEliminarBss
Bss
A mi la caza no me gusta, pero ninguna. Creo que es una actividad obsoleta y p'eligrosa en la actualidad. Dicho esto, basta ya de demagogia de que los poderosos son los que únicamente pueden cazar. En este país hay infinidad de cazadores aficionados, y los conejos, perdices, liebres, codornices etc etc. tienen el mismo derecho a vivir que los animales de caza mayor. Las corridas de toros son las grandes perseguidas de los pro animales, y sobre la caza no ha dicho nada ni Dios. Ahí si que hay intereses creados. Cada uno mira para el lado que quiere. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarHola Rafaela, nos hablas de unos recuerdos de como disfrutaste de tu entorno cuando fuiste niña y eso es bien bonito, luego nos hablas de otra clase de disfrute que hacían y hacen los que no saben disfrutar de nada si no es haciendo daño a seres indefensos, no me gusta ninguna clase de caza ni corrida de toros, osea el maltrato de animales que a fin y a cabo es eso, no se que disfrute tiene el estar matando a los animales a si por que si.
ResponderEliminarBesos.
Rafaela gracias por la felicitación.
ResponderEliminarBesos.
Da pena ver que un lugar que ha tenido vida propia, ahora esté desierto, pero seguro que al volver a mirarlo aparecen muchos recuerdos. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana Rafaela.
ResponderEliminarNunca perderá su encanto, por lo menos todos aquellos que lo habéis disfrutado, lleváis una profunda huella en vuestro corazón.
ResponderEliminarTe deseo una muy feliz semana.
Cariños y un fuerte abrazo.
Kasioles
Que lindo es acordarse del pueblo que te ha visto crecer. Los recuerdos son para siempre, ese es tu tesoro que nadie puede robar.
ResponderEliminarbesos
Las actitudes van y vienen, los errores duelen pero se corrigen ... lo que perdurará para siempre son tus hermosos recuerdos. Besicos.
ResponderEliminarParece que no siy la única a la que no gusta la caceria...
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