Eran los años sesenta
cuando sonaba esta canción. En la edad de la adolescencia imaginando amores y príncipes me encantaba escucharla,
incluso cantarla imitando a Dusty Springfield poniendo toda la fuerza y el
sentimiento que podía. Que tiempos...
Cuando estamos a un paso de entrar en la primavera sigo
hablando de los pájaros que empiezan a invadir los campos en plena ebullición.
Aunque seria imposible describir el canto de todos, en esta entrada
dejo sentir el trino y comportamiento de los más conocidos.
Así puede ser un día
cualquiera del mes de agosto en pleno campo.
Recopilando entradas.
No es que me haya vuelto ornitóloga, solo que sin más remedio tenía que hablar de mis vecinos los pájaros. Resulta de lo más entretenido y divertido observar estas pequeñas aves tan variopintas que parece que encuentran su paraíso en ese pequeño terreno. Allí todos conviven en buena armonía.
En este lugar se dan cita todos cuando los arboles se empiezan a
llenar de hojas. No solo están los ya mencionados Mirlos, también se
escuchan los sonoros silbidos de la Oropéndola. Digo se escuchan,
porque a este bonito pájaro es muy difícil verle, ya que se posa en
los altos y frondosos chopos y aunque tiene un plumaje muy vistoso en el
que predomina el color amarillo en el macho, y un tono verdoso en la
hembra, se camufla entre las hojas y solo se le ve cuando se mueve con
un vuelo alto, rápido y largo hasta los árboles vecinos. La Oropéndola
pasa por mi jardín dos veces al día, una por la mañana y otra a
última hora de la tarde. (Hace como si de una visita rápida se
tratara). Siempre viene la pareja uno detrás del otro, alegran con
su canto como media hora y se marchan tan rápido como llegaron,
volviendo a pararse en los arboles mas altos que encuentren, saludando a
todo el que quiera escucharlos. Esta ave se encuentra como especie
amenazada.
El Ruiseñor suele llegar en Abril y cada año ocupa el mismo nido donde
crio por primera vez, puedo decir que es un vecino habitual y el más
apreciado que tengo hasta el otoño, por su hermoso canto esta
considerado como el rey de los pájaros cantores, parece no tener
descanso, en época del apareamiento se les suele oír hasta altas horas
de la noche. El nido lo tienen en arbustos bajos y frondosos, casi a
ras del suelo, como por ejemplo en el romero, hiedra, o aligustre.
Es un ave pequeña y por lo tanto también es muy difícil de ver.
En
un chopo seco, hizo su nido el Pájaro Carpintero, algo ruidoso hasta
que termina de hacer el agujero que le lleva su tiempo. Suena como una
especie de tamboreo repetitivo toc, toc, toc al golpear con el pico el
viejo tronco. Suele taladrar a primeras horas del día, y para verlo hay
que armase de paciencia, una vez terminada su labor, es silencioso,
entra y sale muy rápido del hueco que utiliza para anidar de noche.
También
esta la Tórtola que hace su destartalado nido, con cuatro palos mal
puestos en las primeras ramas de un chopo, siempre a poca altura. Se
puede ver la pareja junta hasta que tienen los huevos a partir de ese
momento, uno de los dos estará en el nido mientras que el otro vigila
desde un sitio alto, se pasa horas sobre la antena de la televisión y en
las horas estivales del día, cuando todos los pájaros callan, se
escucha su cansino y ronco ronroneo, rourr-rourr-rourr (La podemos llamar la vecina pesada, charlando en el patio a la hora de la siesta).
Tenemos
el noctambulo Cuco, imposible de localizar porque su actividad es
siempre de noche, solo podemos identificarlo por su inconfundible canto
pausado cu-cu, cu-cu. Esta ave canta cuando todos duermen, es una de
las primeras aves que nos anuncia la primavera, se le puede oír a
partir de la media noche durante una o dos horas.
No puedo olvidarlos bulliciosos y multitudinariosGorriones.De todos mis vecinos, son los que más trabajo me dan por lo que ensucian,ellos sonfijos, no se marchan nunca, les encanta la presencia del hombre, aquí crían su numerosa prole año, tras año. El Gorrión juntoconla gruñona Urraca (que siempre parece estar malhumorada y peleando con alguien) pasan los inviernos sin temerle a las tremendasheladas de estastierras de Castilla La Mancha.
Todos ellos se encuentran con el derecho de serlos primeros en probar las cerezas, ciruelas, manzanas o uvas. Sera como premioa no tenerperezaa la hora de brindar sus alegres trinos.
Como anunciando la primavera ya se escucha el canto del
mirlo. Es muy madrugador y con su incesante caminar dando saltos va de un
lado para otro siempre alerta ante cualquier peligro.
No
hablo de uno, ni de dos, sino de muchos mirlos que en esta época del
año alegran el amanecer en el campo. Llevo años observándoles y por más
que los miraba nunca pude saber tanto sobre ellos.
Hoy
quise saber de su vida y costumbres, he sabido lo que difícilmente
podía aprender de ellos con pasarme horas mirándoles. Son muy astutos y
se mueven en el suelo dando saltitos, cuando vuelan lo hacen con vuelos
bajos y no muy largos, hacen sus nidos en setos de jardines, aligustre, y
debajo de alguna teja de tejados bajos.
Disfrutar de su canto sobre todo al amanecer y
al caer la tarde es todo un placer por la infinidad de gorjeos que
puede tener en sus trinos. Se puede decir que el mirlo silba, toca la
flauta, llama o charla.
Había
podido comprobar que no canta igual el mirlo de Madrid que el del
campo pero no sabía porque. Es por su capacidad de imitar todos los
sonidos que tiene a su alrededor. Si lo escuchas detenidamente creerás estar escuchando distintos pájaros por la facilidad de cambios que puede tener. Canta
desde enero hasta la última semana de julio y con más intensidad en
primavera en la época de apareamiento y cuando reconstruyen el nido que
reutilizan de un año para otro. Esta especie es monógama, la fidelidad
es la regla general hasta la muerte de uno de los dos. Se alimenta de
insectos y frutas.
Siempre he mirado el mirlo negro que es el más común en la zona. Es
de un negro intenso azabache que contrasta con el amarillo del pico y
un aro alrededor de los ojos también amarillo. Por más que buscaba nunca
supe diferenciar la hembra del macho, ahora se que la hembra es de
color mas parduzco, y se mueve menos que el macho porque se ocupa todo el tiempo del nido. A veces suelen tener hasta tres generaciones por año.