A un hombre le destinaron de medico a un pueblo pequeño y
tranquilo.
Unos días antes fue a visitarlo para conocerlo y charlar con
su gente haciendo preguntas a diestro y siniestro. Acercándose a un grupo de
mayores que estaba en la plaza les pregunta. Acaban de mandarme a este pueblo, pero
antes de decidirme al cambio quisiera saber como es la gente de aquí. En el
pueblo de donde vengo no se puede vivir,
no hay ni una persona buena, en el tiempo que he estado allí, me pase los días
discutiendo con todos los pacientes. Desde el alcalde, hasta el cura, el
barrendero o el enterrador. Todos son unos sinvergüenzas e incultos. Vamos ya
le digo inaguantables.
Un viejecito que le había escuchado con mucha atención le
dijo. Amigo, seria mejor que se marchase cuanto antes. Aquí somos peor que lo
que usted cuenta. No se salva nadie, porque además somos muy brutos y cuando
tenemos que discutir. Los jóvenes la emprenden a puñetazos y los mayores
ayudamos con el garrote.
El hombre no se paró a escuchar mas, se fue con mucha prisa
y sin decir adiós.
A los pocos días llegó al pueblo otro medico. Venia el
hombre muy apenado y al preguntarle que le pasaba les contó el motivo. Miren
vengo destinado a este pueblo un poco forzado porque la profesión me obliga, y
dejo con mucha pena el destino anterior. Allí la gente es maravillosa, les cogí
mucho cariño a todos, y ellos a mí. Son humildes, sencillos y cariñosos. Ya les
digo que me mi obligación era venir, y por eso estoy aquí, pero les he dejado
con mucha pena.
El mismo viejo que le
escuchaba, le dijo al momento. No tenga pena buen hombre. Aquí encontrará
lo que busca, personas amables, dispuestas a colaborar en todo lo que sus
vecinos necesitan, y desando conocerle para darle la bienvenida y desearle que
se encuentre a gusto entre nosotros. Y terminó diciéndole.
Si usted viene ofreciendo bondad, bondad encontrará.
Este cuento lo escuché una vez y no recuerdo donde, ni se el
titulo. Pero como observareis tiene su moraleja.
Si alguno lo conoceis me gustaria me dijerais el titulo.
Rafaela.
La moraleja es optima, nuestra actitud es la que nos devuelve lo que somos. He leido el cuento otras veces pero no conozco el autor. Un abrazo
ResponderEliminarHermoso cuento.
ResponderEliminarNo lo conocía.
Besos 💐
También yo lo había leído, pero es bueno recordarlo, Rafaela...Todo lo que damos recibimos, asi que el viejecito del pueblo, que era muy listo, se quedó con el médico que albergaba bondad y generosidad en su corazón.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por tus buenos posts.
Que cuento tan mágico y con una moraleja maravillosa. Recogemos aquello que sembramos, es una verdad vivida siempre. Si das amor y bondad, eso recibes y si das crítica y egoismo, eso recibirás también.
ResponderEliminarUn abrazo con mi cariño.
Ángeles
Yo recuerdo el cuento del ECO con una enseñanza parecida.
ResponderEliminarEl eco repite todo lo que dices pero en realidad es la vida.
"LA VIDA TE DEVUELVE TODO LO QUE LE DAS"
Bonito cuento y la moraleja nos la tendríamos que aplicar.Besicos
ResponderEliminarAsí es amiga, lo que siembras recoges, nada se da así porque, la vida es lo que tiene, da bueno y recogerás bondad, lo demás llega por sí solo. Un beso.
ResponderEliminarYo también conozco la historia, pero sería incapaz de recordar dónde la leí y tampoco su título, lo siento Rafi.
ResponderEliminarMe parece que se asemeja a los libros de Jorge Bucay si bien recuerdo.
ResponderEliminarUn feliz domingo.
Ni conozco el título ni nunca lo oí, pero me ha encantado. Una hermosa forma de contar que uno recoge lo que siembra. Un abrazo, Rafaela.
ResponderEliminarLindo cuento.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un abrazo.