Ese día estaban solas las dos, y su pequeño hermano lloraba sin consuelo. Nunca antes le oyeron llorar de ese modo. Seria que hasta entonces siempre había estado con ellos la madre que los cuidaba a todos. El niño de ocho meses tenia hambre y hasta que faltó la mamá, solo había tomado pecho.
Que podemos hacer! se preguntaban una a la otra. La mayor que tenia trece años era la mas decidida y pronto vio la solución.
Pero! No puedes hacer eso, prefiero morirme de hambre. Gritaba la mas pequeña.
Mamá lo hacia cada vez que quería hacer un caldo, y pienso que es lo mejor que podemos hacer hasta que papá vuelva del pueblo.
Sin pensarlo dos veces echó a corres detrás de una gallina hasta darle alcance. Mientras en sus oídos retumbaba el llanto de su hermana por la pena que le producía pensar lo que estaba haciendo. Ella solo pensaba que tenia que hacer un caldo y dar de comer a su hermano.
Nunca digas eso no podría hacerlo. Solo pide que no te veas en la situación.
Rafaela.
La peor decisión es la que no se intenta. Valiente y decidida chavalita. Es asombroso de lo que somos capaces de hacer llegado la urgencia...
ResponderEliminarMuy buena entrada, me gustó.
Enhorabuena.
Un beso.
Fue valiente y decidida, no fue una decisión fácil pero fue acertada. A la pequeña seguro que comiendo se le pasó el disgusto y el peque dejo de llorar. Un abrazo
ResponderEliminarHay que tener mucho valor y estar desesperada para tomar una decisión así.Me han dado escalofríos al leer este relato pensando que es lo que yo hubiera hecho.Besicos
ResponderEliminarSe vio obligada. Pobrecita.
ResponderEliminarUn abrazo de anís.
El hambre agudiza el ingenio.
ResponderEliminar¡Feliz semana!
Difícil, decisión, pero necesaria... la vida de un niño estaba en juego, aunque la gallinita no tenía la culpa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dificil decisión pero acertada. Un abrazo.
ResponderEliminarBuena decisión tomo, creo que fue muy acertada, la gallina estaba para alimentarse.
ResponderEliminarBesos.
Rafi, no teníais leche? Qué situación!
ResponderEliminarHola Rafaela, difícil decisión tenia, pero cuando el hambre aprieta y tienes la solución a mano hay que hacerlo por mucho que duela.
ResponderEliminarBesos.
En la vida hay momentos, que tenemos que tomar decisiones que no nos gustan y si es a los 13 años no es nada fácil.
ResponderEliminarSaludos.
Casi forma parte de mi historia personal. Cambia en el que esperaron que me fuera al colegio interna para hacer el caldo. Era mi mascota y no se podía tener más dentro de asa. Me ha traído recuerdos tristes. Bss
ResponderEliminarExacto, nunca deberíamos decir "De este agua no beberé ", qué sabemos lo que nos depara la vida, como dices, ojalá no tengamos que vernos en ciertas situaciones. Un saludo.
ResponderEliminarEso mismo.... cuando la cosa aprieta, todo vale.
ResponderEliminarUn abrazo.
Difícil decisión, pero ante la responsabilidad de cuidar de su hermano pequeño y tener que alimentarlo, fué muy valiente aún en contra de la opinión de su hermana, solucionándolo con la gallina. Tuvo que madurar muy deprisa ante la falta de su madre. Felicidades y Abrazos.
ResponderEliminarTiene razón esta reflexión, nunca digas nunca.
ResponderEliminarHay situaciones en la vida que te muestran el camino a seguir.
Un abrazo.
Ambar