Mi tiempo de escuela fue muy corto (Solo estuve hasta los doce años) O sea que dejé la escuela sin terminar la primaria. Pero la verdad que fue muy productivo en realizar labores.
En ese espacio de tiempo tuve dos maestras. La primera Doña María me enseñó a hacer bolillos, y luego Doña Amalia a bordar en tul. Siempre recordaré las dos mantillas que bordamos para ella, una en blanco y otra en negro.
Seríamos un grupito de niñas no más de cuatro o cinco. Eso sí. eligió las más cuidadosas, una mantilla es una labor muy grande y el trabajo en tul muy delicado y laborioso.
Se trabajaba extendido el tul sobre una mesa, debajo del tul se ponía el dibujo en un papel de seda, todo hilvanado muy meticulosamente. Al final recuerdo una obra de arte, que fue expuesta en exposición, junto con otras muchas labores de las demás niñas de la escuela.
Las labores que se hacían en la escuela eran para las maestras. Ellas traían los hilos telas o material y nos enseñaban gratis. A ellas les compensaba y a nosotras tambien, sobretodo si al final hemos sabido aprovechar aquella enseñanza, aunque sea al final de nuestros días, como es mi caso.
Con los años todo ha cambiado. Cuando quise recordar lo que sabía sobre bolillos, ya tuve que dar clases pagando a una profesora.
Os enseño mi último trabajo en tul.
Un cariñoso abrazo para todos mis seguidores.
Rafaela.
Pues es precioso el trabajo del abanico que nos enseñas. Y los recuerdos de infancia, también. Aprendíais labores pero también el valor de la paciencia, el esfuerzo y el trabajo bien hecho.
ResponderEliminarUn besito.
Eres una gran artista con los bolillos.Besicos
ResponderEliminarBellísimo trabajo! lamentablemente las tareas manuales han desaparecido de la escuela, .Las niñas no saben pegar un botón, ni hacer el ruedo de una falda o pantalón. Hay que mandarlo a hacer y a veces es difícil encontrar a quien lo haga.
ResponderEliminarBessos Rafaela
Admiro tu habilidad para hacer labores, has hecho un precioso y delicado trabajo.
ResponderEliminarA mí me gusta coser, me ha criado entre alfileres, hilos y telas, pero creo que no tendría paciencia para hacer trabajos con tanta precisión.
Llevamos años escribiendo y se me ha hecho raro no verme entre tus seguidores, ahora mismo dejo mi huella, esa K es mía.
Cariños y buena entrada de semana.
Kasioles
Hermoso trabajo, Rafaela 👍
ResponderEliminarAsí es la vida.
Besos.
Fantástico trabajo!!.
ResponderEliminarY buenos recuerdos.
Un abrazo.
Precioso y trabajado abanico. Hoy estas labores que antes hacíamos en el colegio han desaparecido.
ResponderEliminarBuena semana Rafaela.
Un abrazo.
¡Es una preciosidad Rafaela! Felicidades.
ResponderEliminarAbrazos.
Madre mía Rafaela!!! Eso si que es una MARAVILLA!!!
ResponderEliminarAntes eran las cosas más provechosas y bonitas, que pena que ya no sea así.
Un abrazo fuertote y feliz finde.
yo no sigo a nadie
ResponderEliminarpero me encanta lo que has escrito
Hola Rafi, te habia dejado un comentario pero no lo veo, te decia que es una preciosidad el abanico y todo el trabajo que lleva, tienes unas manos de oro.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por ser una fuente constante de estímulo intelectual. ¡Tu blog es un refugio para nuestras mentes inquietas!
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