Sin darnos cuenta se nos va la vida.
Nos pasamos los días bregando y pensando que nuestro tiempo en este mundo es para siempre. Un día miramos a nuestro alrededor, y nos parece todo maravilloso. Y cuando menos te lo esperas. !Zasca! Un golpe donde más nos duele, nos hace recapacitar y darnos cuenta de la realidad.
Aquello que un día nos impresionó de bonito, hoy lo vemos triste y solitario. Nada es eterno, mucho menos nuestra existencia.
Podemos dejar recuerdos de nuestro paso por ella, pero llegará el día que también estos pasarán al olvido.
Nuestros hijos recordarán nuestras vivencias con sus hijos y así sucesivamente durante algunas décadas, hasta el día que esos recuerdos dejen de interesar a nuestros descendientes, y al oírlos pasen por sus oídos sin pena ni gloria.
Quién querrá escuchar los cuentos de aquella abuela lejana, que un día tuvo la idea de escribir retales de su vida, en una bitácora o blog.
Eso ya pasó hace mucho tiempo. Dirán.
Rafaela.
Todo va cambiando tan rápido, que los recuerdos son instantes y tal vez así será con los de nosotros, porque los intereses de las nuevas generaciones son principalmente que nada les interesa como para conservarlo.
ResponderEliminarBesos.
Buena descripción de nuestro paso por la vida, con los años recordamos lugares que ya son desconocidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al final todo quedará en el olvido, la vida es así.
ResponderEliminarMuy buena tu reflexión, Rafaela.
Mil besos.
Así es, el tiempo pasa y no somos conscientes de lo rápido que marcha salvo en momentos cruciales. Creo que es un mecanismo de defensa, si fuéramos plenamente conscientes, todo el rato, de esto...estaríamos con bastante ansiedad.
ResponderEliminarBesitos.
Lo peor de todo es el olvido. Cuando llega dejamos de existir.
ResponderEliminarPor si acaso sigue escribiendo, cómo me gustaría saber de los padres de mis abuelos, no hay donde buscar , de verdad que me encantaría, igual hasta entendería cosas de mi, un abrazo, no dejes de contar...
ResponderEliminarHola Rafi, cuanta razon tienes en lo que dices, por eso procuraremos dejar huellas bonitas en los corazones de los demas, para cuando se acuerden de nosotros, si se acuerdan:)
ResponderEliminarBesos.
Así es Rafaela tal y cómo lo cuentas pero hay que aceptarlo, también nuestra generación ha dejado en el olvido a sus antepasados más lejanos. Besicos
ResponderEliminar¡ Muy bien : Vuelve a acudir la regularidad a tu bitácora! ¡ O l é !😇
ResponderEliminarAsí es realmente nuestro paso por la vida, rápido y mientras alguien nos recuerde, de alguna manera seguiremos estando, cuando nos olviden ya nada quedará, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Un buen reconocimiento de razón, realidad y verdad tienen estas palabras Rafaela. Unas sencillas frases que se extienden y alzan por su enorme calado y que debemos reconsiderar por su enseñanza desde nuestra propia vida .
ResponderEliminarUn abrazo Juan
Pero esa "abuela" escribe muy buenos retales y eso NO creo que quede en el olvido, para eso se quedan reflejados aquí.
ResponderEliminarUn abrazoooo.
Pues es una reflexión un tanto triste pero una verdad como un templo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un gran saludo.